Frutas que se deben guardar en la nevera sí o sí y cuáles no

La respuesta al frío del frigorífico es diferente para cada producto vegetal. Mientras unos ganan frescura y longevidad, otros pierden sabor o se estropean.

Hay productos a los que el frío les va como anillo a dedo en esta estación, pero para otros supone la muerte acelerada. Y luego nos quejamos de que las hortalizas ya no saben como antes; quizá sea por culpa nuestra, que no la tratamos bien. A continuación te contamos qué frutas y verduras deben guardarse en el frigorífico y cuáles no.

Tomates

Mejor que no, aunque sí pueden pasar unas horas enfriándose si nos los vamos a comer en el mismo día. Lo cierto es que los tomates, aunque se conservan mejor con el frío, sufren una sensible pérdida de sabor porque las bajas temperaturas activan ciertos genes en ellos que se encargan de descomponer las sustancias que contribuyen al aroma y al gusto. Los tomates deben guardarse por encima de los doce grados en un lugar oscuro y seco.

Lechugas y hoja verde en general

Aguanta bien la nevera siempre y cuando el frío seco no le estropee las hojas y esté en los cajones de refrigeración, pues es la parte menos fría. Para evitarlo lo mejor es guardarla en una bolsa de plástico cerrada o un túper. Así se conservará fresca e hidratada, y si la hemos lavado y secado -muy importante- bien antes de guardarla, nos puede durar incluso más de una semana. Más incluso si hemos cortado las hojas con un cuchillo cerámico o de plástico, pues el contacto con el acero acelera la oxidación.

Melocotones, paraguayas, nectarinas y similares

Podemos incluir en este apartado ciruelas, albaricoques y otras frutas de árbol, pero no peras o manzanas. No deberían ir en la nevera porque el frío bloquea la emisión de acetileno, con lo que no alcanzan el climaterio, el punto de maduración en que manifiestan su sabor. Ganan tiempo de conservación pero no estarán listas para comer. Lo mejor es dejar que maduren en una fresquera y luego guardarlas en la nevera un día o unas horas antes de consumirlas si nos gustan frías. Para evitar que aceleren su maceración, las guardaremos en un túper o una bolsa de plástico.

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